Wounaan Oral Traditions and Music, Lapovsky Kennedy Collection, 1964-1966

Tradición Oral y Música Wounaan, Colección de Lapovsky Kennedy, 1964-1966

Detalles del Objeto

Idioma de la colecciónwounmeu
Idioma PIDailla:119523
Título [Indígena]Maach jooinhí warrgarwe jöoinau jaaujerr dʌ̈i maachdëu nem sirnaa haaujempa Wounaanau nem hĩgk’atarr hũan Lapovsky Kennedyiu grabaawia p’ë hautarr, 1964-1966
Idioma del Título Indígenanoa
TítuloTradición Oral y Música Wounaan, Colección de Lapovsky Kennedy, 1964-1966
PaísColombia
RecopiladorKennedy, Elizabeth
DepositanteKennedy, Elizabeth
El Congreso Nacional de Wounaan
Sitio web del proyecto / recopilador
Descripción [Indígena]
Idioma de la descripción indígena
DescripciónEsta colección está en proceso de ser archivado.
Descripción de la colección hechoa por la depositora:
"Todos los cuentos y cantos en esta colección fueron grabados entre los años 1964 y 1966 por mí, Elizabeth Lapovsky Kennedy (Liz), asistida por mi marido en esos tiempos, Perry Kennedy. Yo estaba haciendo trabajo de campo para mi tesis doctoral, una etnografía completa de la gente Wounaan titulada "The Waunan of the Siguirisúa River: A Study of Individual Autonomy and Social Responsibility with Special Reference to Economic Aspects." Por ser grabaciones hechas hace casi 50 años, están en excelente condición. Sin embargo, a veces mis notas de las grabaciones fallan al notar el "quién",'"cuándo", y "dónde" de los recursos, y deja algunos campos vaciós en los metadatos. (Los datos que faltan probablemente están incluidos en mis notas de trabajo de campo los cuáles no pude acceder.)

Aunque la mayoría del tiempo de trabajo de campo se ocupó en el río Siguirisúa, con una población total de 249 personas, viviendo en 22 casas a lo largo del río, en enero del 1965, y también pasamos unos dos meses en el río Docampadó. Estoy incluyendo una sección titulada "Condiciones del trabajo de campo" de la introducción de mis tesis doctoral que da una desripción del trabajo de campo escrita más cerca a ese tiempo.

Los Wounaan contaban cuentos al fin del día mientras la gente se estaba preparando para dormir. Frecuentemente empezaban rodeando al narrador, y se iban si les daba sueño antes de terminar el cuento. A mi parecer, contaban cuentos comúnmente. Cuando descubrimos esto, animamos a la gente para hacer grabaciones. Los Wounaan estaban contentos de complacernos porque de verdad les gustaba hechar cuentos. Ninguna de las grabaciones fueron hechas predeterminadamente. Fueron contadas por la gente presente en la casa, cuando su narración se acomodaba al horario. Podía haber poca gente escuchando un cuento en una casa pequeÑa, o mucha gente escuchando en una casa grande con huéspedes. Recopilamos 209 cuentos. Como viviamos en cada casa del río Siguirisúa por lo menos un poco de tiempo, tuvimos una variedad de cuentos por una variedad de narradores de Siguirisúa pero también algunos del río Docampadó, 36 en total, de los cuáles tenemos nombres para 27 de ellos. (La razón por la cuál nos faltan 9 nombres es por culpa de que no lo noté en mis datos, y no porque los narradores desearon permanecer anónimos.) Identificamos a los narradores por el índice de da caja de la cinta, por mi ecnso, por una lista de fotos, y a veces porque Perry anunciaba el narrador antes de que comenzara a grabar. Por los narradores que nos faltan, los identificamos como narrador 1, 2, 3 etc., para que los que están escuchando en un futuro pueden determinar si es un narrador diferente o no. Para algunos narradores nada más tenemos los nombres y no los apellidos, porque en general estabamos siguiendo la práctica adecuada de ciencia social de no identificar completamente el narrador. Cuando preparamos la colección, yo agregué los apellidos de memoria, cuando podía. (Animamos a cualquiera que sepa los apellidos a contactar a AILLA. Para algunas personas nada más teníamos un nombre y no características especiales.)

La mayoría de los narradores eran hombres, y tan solo tres eran mujeres. Eran de toda clase de edad, aunque sin duda algunos de los mayores como Luis Angel Chamarra eran conocidos por su abilidad de hechar cuentos, mientras que otros narradores tan solo estaban empezando a aprender. Todos los narradores parecían ser hablantes nativos de la lengua wounaan meu, con algo de conocimiento del español. Sin embargo, es posible que se hablaba Embera en algunas casas y no me di cuenta. Por ejemplo, sé que por lo menos una mujer que hablaba Embera estaba juntada con un hablante nativo Wounaan y vivía en el río con él. Yo no investigué el resultado del impacto lingüístico de esta situación. También, en ese tiempo no sabía nada de los dialectos diferentes dentro de los Wounaan. Entonces bajo la información de "comunidad de los sujetos", se provee basado en el conocimiento de los expertos modernos de la lengua wounaan meu. Este tema de la di'visión entre los de las quebradas (Dösigpien) y los del centro y bajo río San Juan (Döcharpien) es un poco controversial: todos reconocen que hay una diferencia, pero la definen de distintas maneras dependiendo de dónde son. Parte de esta dificultad es que al clasificar a alguién como se del centro del río San Juan (Döcharpien) es tambíen negar que las quebradas son parte de ese río, que en sí carga mucha relevancia cultural al ser el río legítimo de los antepasados Wounaan. Sin embargo, esta división lleva características lingüísticas y culturales que los empleados del PTOW (Proyecto Tradición Oral Wounaan) sintieron importantes para reconocer en los metadatos. (Ver la tesis doctoral de Julia Velasquez Runk, "And the Creator Began to Carve Us of Cocobolo’: Culture, History, Forest Ecology, and Conservation among Wounaan in Eastern Panama", para más información acerca de esto.)

En los 1960s, los Wounaan se emocionaban por escuchar cuentos y eran activos en el proceso de narración. Era una expectitiva que los oyentes participaran en la narración al hacer comentarios que mostraban interés y participación para ayudar a darle seguimiento a la narración. Comentarios se daban por jovenes tanto como por adultuos, por mujeres y por hombres también. (Tenemos casi nada de información de los nombres de los que comentaban durante las narraciones en esta colección.) El narrador nunca se distraía por los comentarios, pero los reconocía cuando era apropiado y le daba seguimiento a la narración.

Yo no me di cuenta hasta que empezé a trabajar con el Proyecto Tradición Oral Wounaan, PTOW, que es el equipo de lingüístas Wounaan en una beca de NSF DEL, "Documentando Wounaan meu", de la cual yo soy la co- invevstigadora principal, que muchos de los comentarios en las grabaciones de los cuentos de Siguirisúa y Docampadó eran irrespetuosos, o palabras que los expertos contemporáneos de la lengua Wounaan meu que viven en Panamá se referían como "palabras rojas". La verdad es que yo no sabía que este era el caso durante la grabación , aunque tenía un concepto básico de la lengua wounaan meu. Se me hace más interesante que dos parejas Wounaan, quienes fueron principalmente valiosos como maestros nuestros de la lengua, y que nos acompañaron a cali a trabajar conmigo en transcribir los cuentos, nunca mencionaron la falta de respeto en los comentarios. Se enfocaban en la transcripción de la narración tal como la desarrollaba el narrador, y no en los comentarios. Este es un ejemplo magnífico de lo que se puede perder si un investigador no es completamente fluido en una lengua.

La falta de respeto en los comentarios presentó varios problemas para transcripción, traducción y archivando esta colección. El Wounaan contemporáneo de expertos de la lengua, que trabajan con PTOW en la beca NSF DEL, se ofendieron por los comentarios ofensivos y no querían que sus hijos los escucharan. La primera reacción era no transcribir los comentarios. Esta reacción está probablemente ligada a que todoshan sido evangelizados. Aún, los hablantes tenían en cuenta que era una contradicción de que querían preservar su lengua y cultura de sus ancestros, pero querían ignorar lo que no les gustaba. Después de discutir esto , una solución fue de producir dos transcripciones y traducciones de cada cuento, uno con los comentarios y uno sin los comentarios. Los jóvenes menores de 12 años no recibirían la clave para los cuentos con comentarios, y los demás recibirían la opción de escuchar los cuentos con o sin comentarios.

La preparación de la colección para el depósito fue hecha como parte de mi beca de NSF, aunque pagué por cambiar las cintas a formato digital, y con un poco de ayuda con lo índices. La ayuda con los índices requirió la ayuda de un hablante nativo de wounaan meu para grabar detalladamente el comienzo y el fin de cada cuento en wounaan meu y español, y a hacer un breve resumen de cada cuento en wounaan meu y español. este conocimiento fue combinado con mi conocimiento del narrador, el lugar de la grabación, etc. Diego Watico hizo los títulos y resumenes para los índices originales de las cintas 1-6, y después Chindío Peña Ismare como parte de PTOW revisó los índices e hizo los títulos y descripciones de los cuentos y cantos en las cintas 7, 20, 21, 22 A&B, y 31-34, mientras que Toñio Peña Conquista trabajó las cintas 35-39. Los índices de Chindío fueron especialmente valiosos, porque él había crecido en un río pequeño, Pepecorro, cuya cabecera era cerquitas al Docampadó. (El Pepecorro es una afluyente del Pimía, que virtía en un río más grande, el Bicordó, que virtía en el río grande de San Juan.) Él todavía se acordaba de algunos de los narradores y podía reconocer sus voces. Si nuestros recolecciones difieren yo incluyo los dos en los metadatos.

Ping Pong Media de Tucson, Arizona convirtió la cinta original a cintas de casetes. (Ver sección F del paquete del depositor para ver más detalles de equipos.) Bryan James Gordon, un estudiante de posgrado en el programa de Lingüística/Antropología en la Universidad de Arizona asistió en ayuda técnica para proveer las grabaciones a los Wounaan a través del programa Tool Box. Julia Velasquez Runk, como investigadora principal del proyecto aportó su conocimiento de la historia y cultura Wounaan valiosamente. Finalmente, Jacque Lamb fue mi asistente al crear la página de Excel de los metadatos para las 209 historias y 53 piezas de música. Fue un gran aporte con su conocimiento del programa Excel y su atención a detalles."

Vé el archivo PDF abajo que se llama "Kennedy_conditions_of_fieldwork.pdf" para más información acerca de este proyecto.
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